Encuentre al líder que lleva adentro.
Charles Schwab ganaba un salario de un millón de dólares en la industria del acero, y él mismo me dijo que cobraba ese enorme sueldo en gran medida gracias a su habilidad para manejar a la gente.
Imagínense eso! Un millón de dólares por año porque sabía cómo manejar a la gente!
En una ocasión, al mediodía, Schawb caminaba por uno de sus talleres siderúrgicos cuando se encontró con un grupo de hombres fumando directamente debajo de un cartel que decía "Prohibido fumar".
Creen ustedes que Charles Schawb les dijo: "Es que no saben leer?", a la vez que señalaba el cartel?
De ninguna manera. Él era un maestro de las relaciones humanas.
El Señor Schwab se puso a charlar amistosamente con aquellos hombres y en ningún momento dijo una sola palabra acerca del hecho de que estuvieran fumando precisamente debajo del cartel con la prohibición de hacerlo.
Finalmente les obsequió algunos cigarros y les dijo: "Les agradecería que se los fumaran afuera".
Eso fue todo. Aquellos hombres se dieron cuenta de que él sabía que habían violado las reglas, y sintieron admiración por ese hombre que decidió no reprenderlos por ello. Se había portado él con tanto compañerismo, que ellos a su vez estaban dispuestos a ser buenos compañeros con él.