Regla para suprimir las preocupaciones
Yo vine a Nueva York desde Texas con veinte mil dólares que mis amigos me habían dado para inversiones en la Bolsa. Yo creía conocer los trucos de la Bolsa, pero perdí hasta el último centavo. Cierto que algunas operaciones, pero terminé por perderlo todo.
"No me importaba gran cosa haber perdido mi propio dinero, pero estaba muy fastidiado por haber perdido el de mis amigos, aunque eran personas que podían soportar el quebranto. Tenía miedo de presentarme ante ellos después del fracaso de nuestra aventura, pero, con asombro por mi parte, no solamente fueron buenos conmigo, sino que demostraron ser optimistas incurables.
"Yo sabía que había estado negociando a ganar o perder y dependiendo en gran parte de la suerte y de las opiniones de los demás. Había estado jugando a la Bolsa "de oído".
"Comencé a meditar sobre mis errores y decidí que, antes de volver a la Bolsa, trataría de averiguar el secreto de todo el asunto. Me puse en movimiento y entre en contacto con uno de los más afortunados especuladores que hayan vivido jamás: Burton S. Castles. Creía que podría aprender mucho de él, porque disfrutaba desde hacía mucho de la réputación de ser afortunado año tras año y comprendía que una carrera así no era, por cierto, el resultado de la casualidad o la suerte.
"Me hizo algunas cuantas preguntas acerca de cómo había negociado antes y me explicó después lo que yo considero el más importante de los principios de las operaciones de Bolsa. Me dijo:
"Doy una orden de "tope de pérdida" en todos los compromisos que adquiero. Si compro, por ejemplo, un valor a cincuenta dólares la acción, doy inmediatamente para él una orden de tope de pérdida a cuarenta y cinco". Esto significa que, si el valor baja cinco puntos en relación con lo que ha costado, vendido automáticamente, con lo que esos cinco puntos señalarán el límite de pérdida.
"El viejo maestro continuó: "Si, en primer lugar, sus compromisos están inteligentemente adquiridos, sus beneficios llegarán a un promedio de diez, veinticinco y hasta cincuenta puntos. Por tanto, si limita sus pérdidas a cinco puntos, puede usted equivocarse la mitad de las veces y, sin embargo, hacer mucho dinero".
"Adopté este principio inmediatamente; lo he utilizado siempre desde entonces. Nos ha
ahorrado muchos miles de dólares a mis clientes y a mí.
"Al cabo de cierto tiempo comprendí que este principio del tope de pérdida podía ser utilizado también fuera de la Bolsa. Comencé a colocar órdenes de tope de pérdida para preocupaciones distintas de las financieras. Comencé a colocar una orden de tope de pérdida para cualquier fastidio o resentimiento que se me ocasionara. Y los resultados parecen obra de magia.
"Por ejemplo, yo tenía un amigo con el que almorzaba frecuentemente y que era muy impuntual. Antiguamente solía impacientarme durante la mitad del tiempo dedicado al almuerzo antes de que mi amigo se mostrara. Por último, conté a éste cómo había adoptado el principio de tope de pérdida para mis preocupaciones. Y agregué: "Juan, mi tope de pérdida respecto a tu persona es exactamente diez minutos. Si llegas con retraso de más de diez minutos, nuestro compromiso de almorzar juntos habrá caducado... Y yo me habré ido".
REGLA: "Decida cuánta ansiedad merece un problema y niéguese a concederle más".
Dale Carnegie. Cómo suprimir las preocupaciones y disfrutar de la vida. 1940. Ed.Sudamericana.